Ésta es la casita donde nos alojaremos...¿no es preciosa?
Nosotros con cara de pasmaos jugando al UNO. Yo soy el de la sudadera roja
¡UNO!
Bueno ya está, pensaréis, Pues no, porque si sólo hubiera ocurrido esto ya habríamos vuelto de Suiza. Las cosas se fueron torciendo más. Tras pagar 50 euros cada uno, pensamos que ya nos darían los billetes, pero las vacas señoritas del mostrador nos comunican (ya podían haber cerrado la bocaza) que ahora teníamos que pagar la escalofriantre cifra de 20 000 euros para ir y 20 000 para volver, o sea 40 000 euros (¡aaaaaaaaaaaaaaaaah!). Nosotros no sabíamos nada de eso hasta que vimos a los profes suplicando a las vacas señoritas del mostrador. Total, que hablan con la compañía y nos dicen que se lo teníamos que comentar al Servicio de Atención al Cliente, que abría al día siguiente. Volvemos a casa tras un traumático día en el aeropuerto. A la mañana siguiente nos llaman los profesores diciéndonos que había sido por culpa de EASYJET (¿ah, sí? ¡pues no me había dado cuenta!), que pusiéramos una reclamación a la compañía y (quizás lo peor) que al día siguiente teníamos jornada escolar normal (ahí se me hinchó la vena del cuello) y que el viaje se aplaza al 21 de abril (ahí casi cometo un crimen).

Algunos sugirieron atentar contra la compañía aérea (¡deja eso en el suelo, Dani!)

Y otros entraron en el enorme agujero del pesimismo (¡¡ánimo Tuxy, que nos vamos este martes!!)
Bueno, esta es nuestra historia... Quizás no es la más apasionante de todas ni la más aburrida, pero es un hecho real. En fin, quizás os sorprendamos a la vuelta con una sesión fotográfica...
Esto fue todo por hoy....

